.- Intensificar la investigación científica, el estudio, la observación
permanente, la capacitación y la enseñanza en las Reservas de la Biosfera.
-Asegurar que todas las zonas de las RB contribuyen a la conservación, el
desarrollo y el conocimiento científico.
- Extender las zonas de transición en áreas suficientemente amplias para
favorecer la gestión de los ecosistemas y aprovechar las RB para estudiar y
demostrar métodos de desarrollo sostenible a escala regional.
- Tener más en cuenta la dimensión “humana” en el concepto de una RB y para
ello es menester reforzar los vínculos entre diversidad cultural y biológica.
- Favorecer la administración de las RB, esencialmente como un “pacto” entre
la comunidad o comunidades locales y la sociedad en su conjunto.
En definitiva, se pretende invertir en el futuro de la generaciones
venideras, mejorando las relaciones entre el medio rural natural y la
humanidad.
El territorio de cada Reserva está administrado por diversas instituciones
cada una con competencias específicas sobre el mismo. En el caso español, cada
RB está situada en un territorio que está sujeto a una determinada legislación
administrativa y cuenta con sus instrumentos de ordenación y planificación
territorial contenidos en el ordenamiento jurídico existente. Este ordenamiento
también incluye la distribución de competencias de las distintas
administraciones públicas.
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